RETIROS GRUPALES

“Bailar juntos es el camino más rápido para alcanzar la alegría que abraza todas las tristezas”.

Cuando recorres un camino, un viaje a sol@s, a veces te ayuda más a profundizar la conexión contigo mismo, mientras que al caminar o viajar en grupo te conectas mejor con los demás. Las dos formas de moverse resultan sanadoras y transformadoras.

El grupo posee un enorme poder de sanación y de transformación porque pone de manifiesto el amor que nos une a todos y nos hace sentir que no estamos solos y que somos uno. En los grupos yo siento claramente que existe una Nueva Humanidad emergente que brinda l’amor incondicional, la empatía y a la solidaridad.

Al “bailar” en grupo las personas pueden sanar heridas muy profundas y vivencias muy traumáticas porque en este espacio la persona puede mostrar y sentirse sostenida, todo el dolor a la vez que se propicia un cambio de mirada sobre ella. Cada persona del grupo se contagia de los movimientos de los otros, de su contacto y de su energía.

“Bailamos” la espiritualidad encarnada, aquella que llega a la tierra y que se siente en los pies cuando se mueven, que se siente al cantar, al gritar… una gran liberación común.

En la Bioenergética en movimiento, trabajamos sobre la flexibilidad y el bienestar corporal para que esto influya directamente sobre nuestro bienestar emocional y mental.

La Bioenergética es un camino para estar presentes aquí y ahora y ser conscientes de cómo estamos y de quienes estamos siendo en cada momento. El trabajo con el movimiento resulta enormemente elocuente sobre cómo estamos y a diferencia de la respiración en quietud, permite que la actividad mental se calme desde el primer momento. Tiene la virtud de permitir nuevos impulsos motores de gran efecto sanador en todos los órdenes y cuyo bienestar se convierte en transpersonal.

Si expresáramos lo que sentimos a través del movimiento, la voz y toda nuestra naturaleza, tanto las emociones más elevadas como las más bajas, si nos atreviéramos a mirarlas y a bailarlas, a fluir con ellas, todos nos sentiríamos más en paz con nosotros mismos, con los demás y con la vida.