ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO A LA MUERTE Y AL DUELO FAMILIAR

“Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera”

Cuando me encontré a los pies de mi abuelo aún no sabía lo que la vida me reservaba…tenía 18 años, y por primera vez asistí y acompañé la partida del padre de mi madre.

Años después lo que me movió a comenzar este camino de acompañamiento a enfermos terminales y a sus familiares durante el proceso de duelo fue la Vida mismo que me lo propuso.

La muerte precoz de una querida amiga, muy joven, que partió después de dos largo años de sufrimiento por cáncer de ovarios, luego pulmón y al final médula, volvió a colocarme en el lugar de acompañar y despedir.

Acompañé a mi amiga en su domicilio y donde aprendí el valor de la vida. Conecté con la vida y con todo aquello que le da sentido: la pareja, la familia, los amigos; Comencé a disfrutar más de los pequeños placeres que tenia a mi alcance, estando presente en el aquí y el ahora y pudiendo atender mis propias necesidades.

En definitiva, me permitió hacer un trabajo personal conmigo misma y ser consciente de mis propios miedos para poder entender y atender.

El vínculo con ella se hizo cada día más importante..Iba cada día dos horas. Jugábamos al dominó, charlábamos, mirábamos la tele, le hacia inyecciones…

Escuchar, acompañar, dar cariño, comprender, estar ahí… hoy es esta es mi función.

Desde mi conocimiento terapéutico añado si es requerido y necesario, ejercicios simples de respiración y algún movimiento sutil del cuerpo para aliviar el dolor físico.

No tengo que solucionar nada. Las visitas pueden ser diaria o semanales y las realizo a domicilio o en el hospital donde se encuentra el enfermo terminal y sus familiares; si éstos desean esa compañía.

Mi trabajo es la atención constante psico-corporal de la persona al final de la vida y de sus familiares, dando continuidad al acompañamiento durante el proceso de duelo con aquellas personas que lo necesitan.

Esta atención es muy importante y necesaria para transcender tanto la muerte física como el espacio y vacío que deja la persona en sus familiares y amigos.

Dentro del ámbito social éste acompañamiento se considera más un lujo que una necesidad.

A nivel personal siento que es muy importante conocer los mecanismos humanos para sobrellevar esta relación con la muerte.

RESPETO

¿Y cómo se ayuda a nivel psico-corporal a una persona que está a punto de morir?

Acompañándola desde el respeto, preservando su autonomía, dignidad e identidad, para que pueda tener un sentir orgánico de la situación que está viviendo.

Hacer revisión de vida, balance de todo lo que la persona enferma ha vivido, revisar su escala de valores, el significado que la enfermedad tiene para ella, que no haya temas pendientes por resolver, el legado…

Son factores que determinarán que la persona enferma tenga una buena partida, una serena muerte.

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